15 Jun Barbacoa de verano
8 trucos para ser el rey de la barbacoa
Seguro que muchos de vosotros estáis deseando que lleguen las vacaciones o el fin de semana para pasar los largos y calurosos días en el campo. Una de las actividades preferidas por miles de personas en esta época es reunir a la familia o amigos para disfrutar de una buena barbacoa. No obstante, no en todos los espacios está permitido hacer fuego. Las barbacoas deben cumplir una serie de requisitos, así como el lugar en el que están instaladas.
Nuestros clientes podrán disfrutar de la utilización de las barbacoas siempre que las condiciones climatológicas lo permitan. Durante los días más calurosos estará prohibido hacer fuego debido al alto peligro de incendio. Para el resto de días os traemos unos trucos para que os convirtáis en los reyes de las brasas.
1. ¿Cuánta carne debemos comprar?
Lo primero a la hora de realizar una comida en el campo es saber con exactitud el número de personas que se van a reunir. La cantidad ideal para que ni sobre ni falte comida es comprar entre 350 y 400 gramos de carne por persona. En esta cantidad hay que tener en cuenta tanto los entrantes, como chorizo o panceta, y las carnes principales, como las costillas o las chuletas.
2. Preparación de la carne
La carne debe mantenerse a temperatura ambiente durante una hora o más antes de ser asada. De esta forma conseguiremos que las piezas suden un poco y se cocinen mucho mejor.
Para aromatizar la carne una de las mejores formas es incluir en los laterales de de la barbacoa algunas hierbas. El tomillo o el romero, tan típicos de los montes sorianos, pueden ser una buena elección.
Realizar una barbacoa con diferentes tipos de carne suele ser la mejor elección. El cerdo es una de las estrellas de estos eventos, ya que el chorizo, la panceta o el secreto adquieren un sabor y un aroma irresistible en las brasas. Tampoco puede olvidarse el cordero, especialmente las chuletillas.
Las verduras constituyen un buen complemento aportando una gran variedad de sabores, especialmente patatas, cebollas o tomates. Y para combatir el calor, la cerveza fría con limón, los refrescos o el tinto de verano se convierten en imprescindibles.
3. Las brasas
Antes de colocar la carne sobre la parrilla debemos asegurarnos de que las brasas están en óptimas condiciones. Las brasas deben estar maduras, es decir, blanquecinas o grisáceas para evitar que los alimentos de quemen con facilidad. Además, deben estar repartidas de manera uniforme por toda la parrilla. Y si echamos una pizca de sal gorda sobre ellas conseguiremos que duren mucho más.
La parrilla debe colocarse sobre las brasas pero a una distancia determinada para evitar que la carne se cocine demasiado rápido. Los alimentos deben cocinarse lentamente, por lo que la parrilla no debe estar nunca muy cerca de las brasas.
4. Elección de la fuente de calor
La leña, las ramitas o sarmientos y el carbón forman las fuentes caloríficas por excelencia a lo hora de realizar una buena barbacoa. Cada fuente de calor tiene unas propiedades diferentes que harán que las brasas duren más o menos tiempo. Nuestra recomendación es utilizar leña de encina/carrasca o roble ya que sus brasas tienen una gran duración. No obstante, la elección del carbón siempre es buena para todos aquellos que no dispongan de unos buenos troncos de leña.
5. El orden en la parrilla es fundamental
Cada pieza de carne requiere su tiempo. Algunas carnes se cocinan antes que otras por lo que una buena planificación hará que cada alimento esté en su punto.
Coloca primero sobre la parrilla las piezas que servirán como entrantes. Los chorizos, pancetas o morcillas necesitan menos tiempo para estar en su punto. Además, mientras se asan estos alimentos pueden colocarse en las zonas periféricas de la parrilla las piezas que se asarán a continuación. Así conseguiremos que la carne se vaya haciendo poco a poco.
Por último debemos cocinar las piezas más grandes que servirán como plato principal. Estas piezas suelen necesitar más tiempo sobre el fuego, por lo que mientras se disfruta de los entrantes pueden cocinarse tranquilamente.
Además, no debemos dar continuas vueltas a la carne. Ésta debe hacerse lentamente y solo debemos darle la vuelta cuando ya esté en su punto.
6. La sal
Uno de los errores más comunes a la hora de asar la carne es la mala utilización de la sal. La mejor opción es sazonar las carnes una vez cocinadas y cada uno a su gusto. Además, de esta forma la carne mantendrá su jugo y estarán mucho más sabrosas y apetecibles.
Las especias constituyen otro buen complemento. La pimienta negra, las hierbas aromáticas o el ajo en polvo darán toques diferentes a cada pieza de carne que comamos.
7. Apagado de las brasas
Cuántos incendios forestales se habrán producido por no realizar un correcto apagado de las brasas. Para evitar este problema es conveniente asegurarnos de que las brasas están totalmente apagadas. La mejor forma es apartar la leña o el carbón que no se haya quemado y esperar a que las brasas se ahoguen. Si la barbacoa tiene tapa podemos utilizarla para agilizar este paso. No es conveniente apagar las brasas con agua pero si se ha de abandonar rápidamente la barbacoa no queda más remedio.
8. Limpieza de la parrilla
Para dejar la parrilla como nueva, una buena forma es pasar un estropajo metálico por cada una de sus varillas mientras mantiene el calor. Así será mucho más fácil eliminar la suciedad y dejar la parrilla en perfectas condiciones.
Os recordamos que todos aquellos que quieran utilizar nuestras parrillas y la zona del merendero pueden preguntarnos, sin ningún problema, en recepción. Les daremos todo tipo de información acerca de las normativas de utilización de las barbacoas, así como de los permisos de la Junta de Castilla y León.
Y qué mejor forma de terminar una buena comida que dándoos un chapuzón en nuestra piscina. Desde el próximo día 23 de junio estará abierta para todos vosotros.
¡Feliz fin de semana!
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